¿Quién no ha soñado con llevar colores en el cabello? Pinterest e Instagram nos muestran trabajos fantásticos de coloristas alrededor del mundo y claro, a una le entra la espinita. El auge de tintes con colores de fantasía como Manic Panic en tiendas de belleza hace que este sueño esté a nuestro alcance pero claro, como toda modificación corporal, es preferible contar con la ayuda de un profesional pues las historias de terror de cabello que se vuelve chicle y quemaduras no son pocos comunes en los foros de belleza.
Me lo pensé mucho para pintarme el cabello de colores, primero porque el cabello procesado requiere cuidados y tratamientos especiales y segundo porque me daba mucha flojera estar retocando las raíces cada mes. Apenas el año pasado empecé a teñirme el cabello de castaño ya que como mi cabello es obscuro el crecimiento del cabello no hacía un contraste tan fuerte entre raíces y tinte. Fue hasta que descubrí una técnica de colorimetría en una cortina y no en la totalidad del cabello que me animé a dar ese paso al color. Como los tonos claros requerían una decoloración más agresiva y especializada decidí agendar con The Pussycuts, estética en La Roma con 5 años de experiencia cuya especialidad es la decoloración y los tintes de fantasía como dan muestra su Instagram y Facebook. Desgraciadamente mi experiencia no fue la que tenía en mente, aquí les cuento cómo me fue.